El Banco de Semillas en Svalbard

¿Qué Está Sucediendo con la Bóveda del 'Juicio Final' en el Ártico?

F. William Engdahl

03/03/2020

Detrás del escenario de pánico provocado por la idea de una pandemia global de coronavirus, existe un evento que no ha sido detectado por el radar en absoluto, un lugar tan remoto y apartado del resto del mundo que prácticamente nadie es consciente de su existencia. La Bóveda de Semillas en Svalbard (Bóveda del ''Juicio Final'') situada en la Isla de Spitsbergen, círculo polar ártico, recibió recientemente un nuevo cargamento de semillas para que éstas sean tratadas y almacenadas de manera única. Lo que mínimamente debería levantar sospechas respecto a este banco de semillas es la lista de patrocinadores detrás del proyecto global.

El 25 de febrero, más de 60.000 variedades nuevas de semillas fueron almacenadas en la Bóveda de Svalbard, el mayor depósito de simientes del mundo. Esto significa que desde su apertura en 2008, la cifra total de nuevas variedades almacenadas se sitúa en torno al millón.

Entre los últimos depósitos de semillas encontramos cebollas de Brasil, guar de Asia central, granos de maíz sagrados para la nación Cherokee y plantas silvestres procedentes de la casa del príncipe Carlos en el Reino Unido.

La Bóveda de Svalbard se encuentra en una isla que pertenece legalmente a Noruega desde el tratado de 1925. El gobierno noruego invirtió gran cantidad de dinero en la construcción de las instalaciones, cuyos patrocinadores declararon que podía aguantar la deflagración de una bomba nuclear. El único problema es que estos planificadores no diseñaron la estructura, la cual fue construida al lado de una montaña y cuya entrada se inundó en 2016 debido a fuertes lluvias, necesitando 20 millones en reparaciones y reformas que acabaron completándose cuatro años más tarde.

Curiosamente, tal y como la primera ministra Erna Solberg señaló durante una ceremonia reciente sobre agricultura, 2020 es la fecha señalada en donde todos los países ya deberían haber salvaguardado la diversidad genética de sus cultivos para cumplir con el objetivo de la ONU: ''haber erradicado el hambre en 2030.'' El año 2030 es cuando el IPCC predice un cambio climático catastrófico que exigirá medidas radicales en todo el mundo, así como también el año de referencia para llevar a cabo la Agenda Maltusiana 2030 de la ONU.

La justificación pública para este tipo de proyecto es, supuestamente, crear un respaldo seguro ante las numerosas variedades de simientes almacenadas en los bancos nacionales que puedan ser destruidas en caso de guerra --como por ejemplo Siria o Iraq-- o por desastre natural u otro tipo de calamidad. La Bóveda de Svalbard ha sido apodada ''El Arca de Noé de las Semillas,'' ya que si aconteciera una ''catástrofe global'' sería posible restaurar la agricultura mundial de nuevo. Ok. Interesante. Lo que no se especifica es quién decidirá cómo distribuir esas semillas en caso de tal catástrofe.

Lo realmente notable es la lista de entidades que están apoyando esta inusual asociación público-privada.

Crop Trust

El banco de semillas y su adquisición se gestiona a través de una entidad, Crop Trust, oficialmente conocida como Cartel Global de Diversidad de Cultivos, ubicada en Bonn, Alemania. En su página web, Crop Trust afirma humildemente que su ''única misión es permitir que la humanidad pueda conservar y gestionar la biodiversidad de sus cultivos y garantizar de ese modo la seguridad alimentaria en el futuro.''

Posee una lista impresionante de colaboradores financieros, denominada el Consejo de Donantes. Entre los más llamativos podemos encontrar Bayer Crop Science, la cual incorpora a Monsanto; DuPont Pioneer Hi-Bred; Syngenta AG, actualmente adquirida por ChemChina. Estas compañías son las mayores proveedoras de semillas OMG patentadas (Organismos Modificados Genéticamente) y de sus correspondientes agroquímicos, tales como el Roundup, cargado de glifosato. Syngenta, actualmente controlada por el gobierno chino, es la mayor suministradora de agroquímicos en todo el mundo.

Además, el Consejo de Donantes incluye la Fundación Bill & Melinda Gates, la mayor contribuidora desde el inicio del proyecto en 2004, junto con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el CGIAR (Grupo Asesor en Investigación Agrícola Internacional), operando a través de Biodiversidad Internacional.

Formando coalición con la Fundación Gates encontramos la Fundación Rockefeller, entidad vinculada desde un principio con el financiamiento de biotecnología OMG a principios de los setenta. A través de su Instituto Internacional de Investigación en Arroces, la fundación invirtió millonadas desarrollando el ''Arroz Dorado,'' enriquecido con vitamina A y que resultó ser un colosal fracaso.

CGIAR, establecida en 1972 por la Fundación Rockefeller y la Fundación Ford, nació con el propósito de expandir su modelo de agricultura intensiva --la conocida Revolución Verde--, y en el presente controla la mayoría de bancos de semillas privados, desde Filipinas, pasando por Siria y finalizando en Kenia. A día de hoy, estos bancos almacenan más de seis millones y medio de variedades, de las cuales casi dos millones se consideran ''distintivas.'' La Bóveda del Juicio Final de Svalbard tiene una capacidad para reservar hasta cuatro millones y medio de semillas diferentes.

Cuando la Bóveda del Juicio Final en Svalbard abrió sus puertas en 2008, la presidenta de Crop Trust era la canadiense Margaret Catley-Carson. Catley-Carson también fue presidenta del Consejo de Población en Nueva York hasta 1999, organización enfocada en la reducción de población y controlada por John D. Rockefeller III. Fundada en 1952, se ideó con la finalidad de avanzar el programa eugenésico de la familia Rockefeller, siempre bajo el disfraz de ''planificación familiar,'' promoviendo métodos de control de la natalidad, esterilización y ''control poblacional'' en países subdesarrollados. Catley-Carson también formó parte de la junta directiva en la Fundación Syngenta.

Consejo de (Des)Población

Ser presidente del Consejo de Población, organización fundada por los Rockefeller, no es ninguna minucia. En la década de los 90, la Organización Mundial de la Salud lanzó una campaña para vacunar a millones de mujeres en Nicaragua, México y las Filipinas, entre 15 y 45 años, supuestamente contra el tétanos, enfermedad provocada por causas tales como pisar un clavo oxidado. La vacuna no fue suministrada a hombres o niños, a pesar de que éstos sean igualmente propensos a pisar un clavo oxidado como las mujeres.

Debido a esta curiosa anomalía, Comité Pro Vida de México, una organización laica Católico-Romana, sospechó y analizó varias muestras de esas vacunas. Los resultados revelaron que la vacuna administrada por la OMS --únicamente a mujeres en edad fértil-- contenía gonadotropina coriónica humana (hCG), una hormona natural que al combinarse con toxoide de tétanos estimula la producción de anticuerpos bloqueadores del embarazo. Ninguna de las mujeres fue informada al respecto.

Posteriormente, se supo que la Fundación Rockefeller, junto con el Consejo de Población, el Banco Mundial (hogar del CGIAR) y los Institutos Nacionales de Salud en EE.UU (NIH) habían estado involucrados desde 1972 en un proyecto de 20 años de duración, desarrollando para la OMS la oculta y abortiva vacuna con el toxoide tetánico. Igualmente, el gobierno de Noruega, anfitrión de la Bóveda del Juicio Final en Svalbard, donó 41$ millones al desarrollo de esta vacuna tan especial.

¿Es simplemente pura coincidencia que la propia Fundación Gates esté apoyando a la organización responsable de mantener la Bóveda de Semillas en Svalbard al mismo tiempo que Bill Gates emerge como autoridad máxima en lo relativo a la epidemia de coronavirus en Wuhan? En un artículo que escribió para la New England Journal of Medicine, Gates afirmó que la designada COVID-19 ''ha empezado a comportarse de forma muy similar al patógeno que irrumpe una vez cada 100 años, el cual todo el mundo presentía con angustia.''

Una bóveda de semillas cuya entrada es prácticamente inaccesible y se encuentra bajo el control de algunos de los más vehementes defensores eugenésicos es, cuanto menos, alarmante. Con más de un millón de irreemplazables semillas, todas ellas patrimonio mundial y almacenadas bajo llave dentro de la Bóveda de Svalbard, ¿podría ser esto una manera mediante la cual los gigantes de la agroindustria como Bayer, Monsanto o Syngenta consiguen acceso ilegal a estas simientes en tiempos de crisis global? Podría sonar descabellado, pero no hay que olvidar que en nuestro mundo actual están sucediendo cosas verdaderamente descabelladas. Podríamos concluir que: ''Aquel que controla las semillas, controla el mundo.''

Artículo Original: https://journal-neo.org/2020/03/03/what-s-going-on-with-the-arctic-doomsday-seed-vault/

La Bóveda del Juicio Final en Svalbard Recibe el Primer Gran Depósito de Semillas desde su Reforma: https://www.newscientist.com/article/2235116-svalbard-doomsday-vault-gets-first-big-seed-deposit-since-upgrade/

Crop Trust: https: https://www.croptrust.org/

Crop Trust (Lista de Donantes): https://www.croptrust.org/about-us/donors/

CGIAR: https://www.cgiar.org/

¿Contienen las Nuevas Vacunas Sustancias Anticonceptivas?: https://educate-yourself.org/vcd/vcdvaccineslacedwithbirthcontrol.shtml

La Vacuna HSD-hCG Previene el Embarazo en las mujeres: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/9083611/

Fase 1 del Ensayo Clínico para la Vacuna Anticonceptiva de la OMS: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2453766/

HCG Hallada en la Vacuna contra el Tétanos de la OMS en Kenia: https://www.scirp.org/journal/paperinformation.aspx?paperid=81838

Respondiendo a la COVID-19 (por Bill Gates): https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2003762



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