Cuando la Industria Multimillonaria Pone en Cuarentena a la Ciencia

El Destacado Doctor Anthony Fauci

F. William Engdahl 15 Abril 2020

   
Tanto en EE.UU como en el resto del mundo, se están tomando decisiones sociopolíticas para tratar de avanzar correctamente en las diversas operaciones de emergencia, siendo la cuarentena la más destacada. En muchos casos, las radicales y duras medidas, tales como bloquear la economía mundial,  son justificadas en base a los pronósticos de morbilidad que la COVID-19 puede causar en el futuro. Si hay alguien que se encuentra al frente de esta actual estrategia para afrontar el coronavirus en Washington, es el Director del Instituto Nacional para Alergias y Enfermedades Infecciosas en EE.UU (NIAID), el Dr. Tony Fauci. Lo que los principales medios de comunicación omiten convenientemente a la hora de evaluar el papel de Fauci, es su altamente controvertido y conflictivo historial desde que se incorporó en el NIAID en 1984, durante los inicios del pánico del SIDA. Así pues, su papel arroja valiosa luz para poder comprender sus extraordinarias y sumamente controvertidas acciones en la actualidad.

Tony Fauci, miembro destacado del Grupo de Tareas para Coronavirus en la Casa Blanca, está siendo publicitado en los principales medios estadounidenses --CNN, MSNBC, New York Times-- como el gran experto en todo lo que concierne al brote de COVID-19. Desestimó los esfuerzos del Presidente por promover un conocido medicamento contra la malaria, calificándolo como ''anecdótico,'' a pesar de que siete años antes él mismo había promovido dicha medicación. También ha realizado públicamente predicciones al frente de un instituto creado por la Fundación Gates en el Estado de Washington, la misma fundación que prácticamente controla la OMS y posee grandes intereses en las principales compañías de vacunas, afirmando que hasta un total de 200.000 estadounidenses podrían morir de COVID-19. Fauci declaró que la COVID-19 es ''probablemente unas 10 veces más letal que la gripe común,'' lo cual quiere decir que se producirán unas 300-600.000 muertes por coronavirus este año; al mismo tiempo, en una respetada revista médica, equiparaba la morbilidad de COVID-19 con la de la gripe estacional. Cuando le preguntaron cuánto tiempo duraría el bloqueo de la economía estadounidense, Fauci respondió que hasta que los nuevos casos positivos de COVID-19 llegasen a cero, algo imposible debido al carácter defectuoso de los test. También ha respaldado experimentos directos en humanos para la vacuna sin que ésta haya sido previamente analizada en animales, incluidas las radicales --y hasta ahora no probadas-- vacunas ARNm modificadas genéticamente.

En esta inaudita pandemia de COVID-19, la influencia que ejerce Fauci en la política nacional de EE.UU es mayor que cualquier otra persona, incluido el Presidente. La mayoría de medios lo consideran un científico impecable digno de admiración, uno de los mejores del mundo. Sin embargo, un vistazo más detallado a la trayectoria de Anthony Fauci nos desvela un panorama bastante más agreste, de hecho, bastante más alarmante.

El Zar del SIDA en EE.UU

Tony Fauci ha desempeñado el máximo cargo en el NIAID de Washington durante 36 asombrosos años. En la actualidad ya ha sobrepasado ampliamente la edad de jubilación con sus 79 años, y tiene el poder de decidir qué compañías farmacéuticas o qué investigadores universitarios recibirán (o no) preciosas subvenciones del gobierno procedentes del NIAID, agencia con su presupuesto anual de 5.000$ millones.

Retrocedamos hasta 1984, cuando Fauci fue nombrado jefe del NIAID durante la era de Reagan. Fue ese mismo año cuando un investigador del SIDA, Robert Gallo, el cual trabajaba para Fauci, convocó una rueda de prensa para anunciar que había ''descubierto'' el virus del SIDA. Afirmó que se trataba del VIH, Virus de la Inmunodeficiencia Humana. La impactante declaración, la cual dio la vuelta al mundo, pasaba totalmente por alto la evidencia científica publicada previamente por compañeros de profesión, quienes habían realizado los procedimientos científicos necesarios, incluyendo los análisis requeridos mediante microscopio electrónico. Fue un caso de ''ciencia mediante rueda de prensa,'' así lo describía un científico disidente, el profesor Peter H. Duesberg. Duesberg era un investigador galardonado en Berkeley, quien aisló el primer gen cancerígeno a través de su labor en retrovirus en 1970, consiguiendo trazar la estructura genética de estos virus.

Para Gallo y Fauci todo eso era irrelevante, ya que se estaban destinando fondos millonarios al NIAID para la investigación del nuevo virus, el VIH. Fauci y Gallo aseguraban que el SIDA era sumamente contagioso, especialmente por transmisión sexual y de manera más acentuada en los varones homosexuales. Curiosamente, antes de que Gallo asegurara haber descubierto el virus VIH causante del SIDA, el NIAID había estado investigando la posible relación entre algunas drogas inmunosupresoras, como estimulantes o nitritos, con las muertes de los primeros pacientes de SIDA. Todo esto fue descartado en favor de encontrar una ''cura'' para el SIDA. Se informó a los medios que el SIDA era ''la amenaza sanitaria pública del siglo.'' Gallo ganaría millones con su patentado test sanguíneo para VIH, a pesar de que el test daba a menudo falsos positivos y no demostraba la presencia directa del supuesto virus, sino de los anticuerpos activos, algo que la inmunología no daba por válido puesto que los anticuerpos simplemente sugerían una respuesta a una pasada infección y no a la presencia de VIH. Por aquel entonces, en la década de 1980, Fauci era el responsable de la investigación del SIDA en el NIAID, cargo que todavía desempeña a día de hoy.

¿Falsos Test?

El asunto de los test para el VIH/SIDA es central. Mientras que un mundo despavorido imploraba la aparición de un test, Gallo y Fauci promovían sus más que defectuosos test de anticuerpos. En 2006, Gallo afirmó, ''Los test VIH eran altamente precisos en el momento que fueron desarrollados en 1984, y su precisión se ha incrementado notablemente con el paso del tiempo...'' ¿Altamente precisos en 1984 pero más precisos que ''altamente'' con el paso del tiempo? Gallo, en respuesta a las críticas, añadió: ''Un test PCR para detectar la presencia del virus puede determinar el estado VIH de un niño.''

En una refutación absoluta a las aseveraciones de Gallo, las cuales fueron respaldadas por Fauci, el NIAID y los CDC, el Dr. Roberto A. Giraldo y el Dr. Etienne de Harven --primer científico en obtener una micrografía de un retrovirus-- señalaron que ambos test, ELISA y Western blot, así como el test genético PCR o test de 'Carga Viral' --mayormente usados para determinar si una persona tiene SIDA-- son inválidos. ''Ninguno de estos test detecta el propio virus, ni tampoco detectan partículas VIH.'' Además de esto añaden que existen ''más de 70 condiciones documentadas que pueden causar una reacción positiva sin que exista infección por VIH.'' Entre los casos de falsos positivos podemos encontrar la influenza, un resfriado, lepra, o el embarazo. Estos son los mismos test que se utilizan actualmente para determinar un SARS-CoV-2 positivo.

Finalmente concluyen, ''El hecho de que después de 25 años de ardua investigación el VIH no haya sido aislado ni purificado tal y como la virología clásica exige, nos indica que la visión infecciosa del SIDA como enfermedad viral contagiosa se ampara en un microbio que al parecer no existe!''

Giraldo y de Harven declararon, ''La supuesta existencia del VIH fue establecida por un estudio de proteínas mediante la técnica de transcriptasa inversa (RT) y fragmentos de ARN que fueron hallados en cultivos sobrenadantes, no por análisis directo de partículas virales purificadas.''

Los CDC requieren un test de anticuerpos VIH positivo para determinar SIDA en EE.UU. Sin embargo, en África desde 1985 la OMS no exige ningún test VIH u otro tipo de test de laboratorio, es suficiente con los síntomas del paciente, entre los cuales podemos encontrar: pérdida de peso, diarrea crónica, fiebre prolongada, tos persistente, etc; síntomas endémicos de una pobreza crónica, nutrición desequilibrada, y sanidad precaria.

A pesar de todo, este fraude ha moldeado la carrera de Tony Fauci durante más de 35 años. Fauci, máximo representante del NIAID, ha recibido cantidades millonarias de la Fundación Bill & Melinda Gates y de la Fundación Clinton, además de las decenas de miles de millones de los contribuyentes estadounidenses destinados a esta falsa investigación. Sospechosamente, el artículo de Giraldo y Harven (2006) fue súbitamente retirado de la revista en 2019, justo antes de que se produjera el brote de coronavirus en Wuhan.

Pese a conocer los procedimientos establecidos en virología, Fauci, siendo líder del NIAID, recomendó el medicamento quimioterapéutico de Burroughs Wellcome, el AZT, como ''medicación preventiva'' para pacientes diagnosticados con VIH, aunque estos no presentaran síntomas! Burroughs Wellcome entregó al NIAID el estudio que fue deliberadamente manipulado en favor del AZT. Fauci incluso llegó a recomendar el AZT para las mujeres embarazadas a pesar del grave riesgo para el feto. Una característica destacada de las mujeres embarazadas es su alto nivel de anticuerpos, ya que el sistema inmune lucha contra cualquier infección con el fin de proteger el feto. El AZT/Retrovir, un medicamento fallido para la leucemia, ha demostrado ser una sustancia altamente tóxica. Fue aprobado por Fauci y el gobierno estadounidense en 1987 para los positivos de SIDA en un periodo récord de 5 días. A día de hoy, pese a más de 30 años de investigación y miles de millones invertidos, no existe todavía ninguna vacunación efectiva contra el VIH/SIDA.

Fauci y Gilead

Según algunas personas que han estudiado el papel de Tony Fauci como líder del NIAID, éste ha basado principalmente su estudio en lo que se conoce como reduccionismo científico, ''un estilo propio del siglo XIX, el cual señala a un único germen como el responsable de colapsar los sistemas inmunes en un subconjunto de hombres homosexuales, cuando en realidad se trata de una compleja red de factores que provoca dicha condición.'' Fauci ha rechazado revisar la documentación en donde el uso de drogas letales y otras toxinas como los nitritos podrían jugar un papel importante. En consecuencia, 
desde 1984 ha malgastado decenas de miles de millones de dólares de fondo público en experimentos condenados al fracaso. Uno de sus más nefarios ensayos fue el que realizó en colaboración con Gilead Sciences.

No estando satisfecho con el desarrollo de un falso test positivo para el SIDA, ni con la aprobación del AZT por parte de la FDA para tratar pacientes seropositivos con serios síntomas de enfermedad, Fauci decidió colaborar con Gilead (el ''bálsamo Bíblico de Gilead'') en unos experimentos denominados PrEP.

En 2007, Fauci comenzó a financiar ensayos clínicos de medicamentos AZT en VIH ''negativos,'' teorizando que la quimioterapia los ''protegería'' de convertirse en ''positivos;'' es decir, probar fármacos tóxicos en personas sanas para ''asegurarse'' de que nunca contraigan el SIDA. Si todo esto suena a locura, es que lo es. Gilead suministró el medicamento Truvada al NIAID entre 2007 y 2012 para la Fase III de experimentación humana con sujetos VIH negativos. Se llevaron a cabo cuatro pruebas con un mínimo de 2.000 sujetos y un máximo de 5.000 en cada una de ellas. El proyecto fue denominado ''profilaxis de pre-exposición'' o ''PrEP.'' Se suministraron dosis de quimioterapia Truvada a personas sanas, amparándose en la tesis de que estos fármacos los protegerían de contraer el VIH. Los CDC, en su recomendación de mayo de 2014, exhortaban a los médicos a prescribir Truvada para los ''negativos'' que se encontraban en los erróneamente llamados ''grupos de riesgo,'' un imprimátur oficial del gobierno para un fármaco extremadamente rentable.

La FDA ignoró dos de las cuatro pruebas con Truvada que habían fracasado y tuvieron que ser detenidas. A pesar de esto y de la manipulación de datos por parte de Fauci y Gilead, la FDA aprobó la peligrosa Truvada para los PrEP. Actualmente, Gilead enumera los efectos secundarios de Truvada: problemas renales, incluyendo insuficiencia renal; agravante de la Hepatitis B; exceso de ácido láctico en la sangre (acidosis láctica), la cual puede causar muerte; afecciones hepáticas serias, las cuales pueden causar muerte; problemas óseos. Eso sí, afirman que Truvada ''puede ayudar a reducir el riesgo de contraer VIH-1 por vía sexual, si se toma diariamente y es complementado con prácticas sexuales más seguras.''

El chanchullo entre Fauci y Gilead para promocionar Truvada entre la gente sana y así ''reducir el riesgo'' de VIH es un toque distintivo del nivel de negligencia médica --y en algunos casos del evidente abuso criminal hacia la salud humana-- que el actual gurú coronavirus en la Casa Blanca, A. Fauci, representa.

Fauci y COVID-19

En octubre de 2019, Fauci y su NIAID recibieron 100$ millones de la Fundación Gates para desarrollar terapias ''genéticas'' capaces de combatir el VIH y las enfermedades celulares, lo cual quiere decir que a día de hoy Fauci continúa promoviendo un fraude de 35 años en torno al VIH. Fauci también forma parte de los camaradas de la Fundación Gates. En 2012 fue nombrado, junto con otras cuatro personas, miembro del Consejo Líder perteneciente al Plan de Acción Global de Vacunación, programa creado por la Fundación Gates.

Esto es sumamente importante en relación al puesto que ostenta actualmente este ''pontífice coronavírico'' dentro de la Administración Trump. Cabe preguntarse entonces, ¿Han aislado, purificado, y observado con microscopio electrónico, bien sea su NIAID o cualquier otro laboratorio del mundo, muestras de pacientes que hayan dado positivo en SARS-CoV-2? ¿O son las pruebas para este virus tan defectuosas como las realizadas por Fauci y su camarilla con el VIH/SIDA?

Por si esto no fuera suficiente, NIAID está colaborando con Gilead en la Fase II de experimentación humana para el fármaco remdesivir, un potente tratamiento dirigido a los adultos hospitalizados y diagnosticados con COVID-19.

¿Pura Coincidencia?

Resulta también relevante el hecho de que todos los asesores científicos destacados del Presidente dentro del Grupo de Tareas para Coronavirus están ligados desde hace décadas a la falaz y destructiva investigación del VIH/SIDA. Junto a Tony Fauci del NIAID encontramos a Deborah L. Birx, M.D., designada por Obama para desempeñar el cargo de Coordinadora en Materia de SIDA a Nivel Global. Trabajó con Tony Fauci en el NIAID desde 1983-1986.

Robert Redfield es el presente Director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), centro del reciente escándalo en los test de coronavirus. Redfield fundó junto con el desacreditado Robert Gallo --antiguo colega de Fauci cuando se produjeron los escándalos de SIDA a principios de los 80-- el Instituto de Virología Humana en la Universidad de Maryland. Redfield y Birx también fueron coautores de numerosos artículos científicos sobre supuestas vacunas VIH, ninguna de ellas efectiva hasta la fecha.

Fauci, Birx y Redfiel, todos ellos incestuosamente cómplices en los fraudes y negligencias médicas del VIH/SIDA, son los actuales responsables de dirigir el futuro, no sólo de la salud pública estadounidense, sino de toda la economía mundial. Una situación para nada esperanzadora. Tal y como muestran sus fraudes en el terreno VIH/SIDA, los test de coronavirus tampoco demuestran en absoluto la presencia de un virus mortífero en ningún paciente. De ser así, quizá nos encontramos ante el mayor fraude criminal en la historia de la medicina.

Artículo Original: 
https://journal-neo.org/2020/04/15/the-remarkable-doctor-a-fauci/


   

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