Bill Gates, David Rockefeller y la Agenda Eugenésica

Bill Gates Recurre a las Vacunas para Reducir la Población

   F. William Engdahl. 5 de Marzo de 2010


Bill Gates, fundador de Microsoft y uno de los hombres más ricos del planeta, proyecta sobre el público una imagen de dadivoso filántropo, el cual destina parte de su fortuna multimillonaria a su fundación personal (y exenta de impuestos), la Fundación Bill & Melinda Gates, con el objetivo de tratar diversas enfermedades así como solventar la pobreza y escasez alimentaria en África. En una conferencia reciente en California, Gates desvela una faceta menos conocida de su proyecto filantrópico: reducción de la población mundial, también conocida como eugenesia.

Gates expuso sus observaciones en una conferencia TED de 2010, Long Beach, California, titulada ''Innovando a Cero!'', en donde plantea la científicamente absurda proposición de reducir las emisiones de CO2 a cero para el 2050. A los cuatro minutos y medio de comenzar la ponencia, Gates afirma: ''En primer lugar, tenemos una población actual de unos 6.800 millones de habitantes, la cual se incrementará a 9.000 millones en el futuro. Ahora bien, si realizamos una gran labor en el campo de las vacunas, sanidad y servicios de reproducción, podríamos reducir esa cifra hasta un 10 o un 15 por ciento''.

En castellano puro y llano, uno de los hombres más poderosos del planeta afirma con total claridad que las vacunas deben ser empleadas para reducir la población. Cuando Bill Gates habla sobre vacunas, lo hace con autoridad. En el elitista Foro Económico de Davos de 2010, Gates anunció que durante la próxima década su fundación donaría 7,5 millones de euros para desarrollar y ofrecer nuevas vacunas a los niños en países subdesarrollados.

El principal objetivo de la multimillonaria Fundación Gates son las vacunas, especialmente en África y otros países en vías de desarrollo. La Fundación Bill & Melinda Gates es uno de los miembros fundadores de la GAVI (Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización), en cooperación con el Banco Mundial, la OMS y la industria de vacunación. El objetivo de la GAVI es vacunar a cada recién nacido en el mundo subdesarrollado.

A primera vista, todo esto parece perseguir un noble cometido filantrópico. El problema radica en que dicha industria ha inyectado reiteradamente peligrosas --es decir, inseguras debido a que no han sido probadas o han resultado ser dañinas-- vacunas en poblaciones del Tercer Mundo cuando en Occidente no han podido deshacerse de ellas. Algunas organizaciones han sugerido que el verdadero objetivo de la vacunación es enfermar a la gente, haciéndoles incluso más susceptibles a la enfermedad y a la muerte prematura.

Vertiendo Toxinas en el Tercer Mundo

Entre las repercusiones de la absurdamente declarada emergencia pandémica con respecto a la gripe porcina H1N1, los países industrializados acumularon centenas de millones de vacunas sin que éstas pudieran ser probadas. Decidieron deshacerse de tan engorrosa e inmensa cantidad de medicamentos entregándola a la OMS, la cual planea introducirla en varios países pobres. Francia ha entregado 91 millones de dosis de los 94 millones que compró el gobierno de Sarkozy a los gigantes farmacéuticos; Gran Bretaña entregó 55 millones de sus 60 millones de dosis. En el caso de Alemania y Noruega la historia se repite.

Tal y como señalizó Dr. Thomas Jefferson, epidemiólogo para el Centro de Investigación Cochrane, ''¿Por qué entregan las vacunas a los países subdesarrollados? La pandemia se ha disipado en la mayor parte del mundo. Actualmente, la mayor amenaza en países subdesarrollados son los problemas cardiovasculares, mientras que el virus figura como la última prioridad en la lista. ¿Cuál es la razón médica para donar 180 millones de dosis?'' Por otra parte, la gripe es un problema menor en países donde la luz solar es abundante, y al final resultó que la temida pandemia H1V1, la ''nueva gran plaga'', fue la gripe más leve registrada.

Los fabricantes de vacunas nunca hablan del efecto dañino que las dosis pueden causar en los infantes, como por ejemplo autismo y/o numerosas deformidades neuromusculares, las cuales se han relacionado con los adyuvantes tóxicos y los conservantes utilizados para la elaboración de la mayoría de vacunas.

Muchas de estas vacunas, en especial aquellas de dosis múltiple, son de menor coste, lo cual facilita su venta en el Tercer Mundo. Contienen una sustancia llamada timerosal, un componente usado como conservante que contiene un 50% de mercurio.

En junio de 1999, el Centro Informativo de Vacunación Nacional Estadounidense declaró en un artículo de prensa que, ''los efectos acumulativos por ingerir mercurio pueden causar daño cerebral.'' Ese mismo mes, la Academia Estadounidense de Pediatras (AAP), junto con los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC), alertaron al público sobre los posibles efectos en la salud asociados a las vacunas con timerosal. Exhortaron la retirada de dicha sustancia en las vacunas tan pronto como fuera posible. Bajo las directrices de la Ley de Modernización de la FDA, también se determinó que los infantes que recibían varias de estas vacunas podrían estar siendo expuestos a niveles de mercurio muy superiores a los permitidos bajo reglamentación federal.

¿Una Nueva Forma de Eugenesia?

El interés de Gates en inducir una reducción de la población negra u otras minorías no es, desgraciadamente, ninguna novedad. Tal y como documento en mi libro ''Semillas de la Destrucción'', desde la década de 1920 la Fundación Rockefeller ha financiado investigación eugenésica en Berlín y Munich a través de los Institutos Kaiser-Wilhelm. Esta financiación tuvo lugar incluso durante el periodo del Tercer Reich, elogiando las ideas de ''pureza racial'' así como las políticas hitlerianas de esterilización forzada. Fue John D. Rockefeller III, acérrimo defensor de esta eugenesia, quien mediante su Consejo de Población (libre de impuestos) inició una reducción demográfica neo-Maltusiana a comienzos de la década de 1920.

La idea de utilizar las vacunas para reducir de forma encubierta el número de nacimientos en el Tercer Mundo tampoco es algo nuevo. En 1972 el buen amigo de Bill Gates, David Rockefeller y su Fundación Rockefeller, estuvieron involucrados junto con la OMS y otras organizaciones en un gran proyecto dirigido a perfeccionar otra ''nueva vacuna.''

La labor entre la OMS y la Fundación Rockefeller se llevó a efecto de forma masiva a principios de los 90, utilizando a seres humanos como conejillos de indias. La OMS supervisó las campañas de vacunación contra el tétano a gran escala, en Nicaragua, en Méjico y Filipinas. La organización católica Comité Provida de Méjico sospechó de los auténticos motivos detrás del programa de la OMS. Decidió analizar numerosas muestras de la vacuna, hallando en ésta gonadotropina coriónica humana (hCG), peculiar componente para una vacuna contra el tétano, enfermedad por otra parte bastante atípica. Lo curioso de todo esto es que la hCG es una hormona natural necesaria para mantener el embarazo. No obstante, cuando ésta se combina con un portador de toxoide de tétano, estimula la formación de anticuerpos contra la hCG, incapacitando a la mujer para que pueda continuar con su embarazo. En otras palabras, una forma de aborto encubierto. Paralelamente, en Nicaragua y Filipinas también se redactaron informes similares de vacunas con hCG en su composición.

La ''Revolución Genética'' de Gates en África

La Fundación Bill & Melinda Gates, junto con la Fundación Rockefeller --los creadores de la biotecnología OGM (Organismo Genéticamente Modificado / ''Transgénico'')-- están financiando un proyecto llamado ''La Alianza para una Revolución Verde en África'' (AGRA), liderada por el antiguo secretario de la ONU, Kofi Annan. Una vez aceptado el cargo como director de AGRA en junio de 2007, Annan mostró su ''gratitud hacia la Fundación Rockefeller, la Fundación Bill & Melinda Gates, y a todos aquellos que apoyan nuestra campaña en África.'' La junta directiva de AGRA está dominada por personas pertenecientes tanto a la Fundación Gates como a la Fundación Rockefeller.

Monsanto, Dupont, Dow, Syngenta y otros gigantes de la agroindustria transgénica, se encuentran también representados en el núcleo de AGRA, utilizando a ésta como puerta trasera de infiltración para poder propagar sus patentadas semillas OGM por toda África, siempre bajo la engañosa etiqueta de ''biotecnologia'', eufemismo utilizado para referirse a las semillas que han sido patentadas y manipuladas genéticamente. La persona encargada de realizar esta labor con AGRA es Dr. Robert Horsch, veterano al servicio de Monsanto durante veinticinco años y miembro del equipo que desarrolló la tecnología genética compatible con el Roundup Ready de Monsanto. Según diversas fuentes, su tarea consistiría en usar el dinero de Gates para introducir los transgénicos en África.

Hasta la fecha, Sudáfrica es el único continente que permite la plantación de cultivos OGM. En 2003, Burkina Faso autorizó experimentos con dicha tecnología. En 2005, el anteproyecto de ley respecto a la bioseguridad, elaborado por Kofi Annan y líderes oficiales, expresaba las intenciones de llevar a cabo una investigación en el terreno de los cultivos OGM. AGRA está siendo empleada para crear redes de ''agromercadería'' por toda África, sin mencionar en un solo instante las semillas OGM y los herbicidas, esperando pacientemente la construcción de la infraestructura necesaria para poder introducir posteriormente los OGM de forma masiva.

OGM, Glifosato y Reducción Poblacional

Los cultivos OMG nunca han sido aprobados para el consumo humano o animal. En segundo lugar, son intrínsicamente inestables a nivel genético, ya que se trata de semillas artificiales en donde el ADN ha sido alterado, introduciendo bacterias ajenas tales como el bacillus thuringiensis (Bt) u otras sustancias con el fin de modificar sus características. Quizá igualmente peligrosos son los ''emparejados'' herbicidas químicos, los cuales se venden de forma obligatoria al comprar productos OGM. El más empleado de todos ellos es el Roundup Ready de Monsanto. Este herbicida ha sido analizado de manera independiente. Contiene componentes de glifosato altamente tóxicos, hallados también en OGM en concentraciones mucho más elevadas de lo establecido para la seguridad humana o animal. Los análisis demostraron que pequeñas cantidades de glifosato podían causar daño tanto a células umbilicales, del embrión, o la placenta en una mujer que haya bebido agua cercana a un cultivo OGM.

Uno de los proyectos con más trayectoria dentro del Gobierno Estadounidense ha sido el perfeccionamiento genético de un tipo de maíz, ingrediente básico para la población mejicana y muchos otros países latinoamericanos. El maíz ha sido analizado en experimentos financiados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, junto con otra pequeña compañía californiana dedicada a la biotecnología, Epicyte. Declarando su éxito en una conferencia de prensa en 2001, el presidente de Epycite, Mitch Hein, aludió a sus mazorcas de maíz OGM de la siguiente manera: ''Tenemos en posesión un invernadero repleto de mazorcas que fabrican anticuerpos espermicidas.''

Hein explicó que habían tomado muestras de anticuerpos en mujeres afectadas por una extraña condición conocida como ''infertilidad inmune''. Aislaron los genes encargados de regular la sintetización de esos anticuerpos específicos, y, usando técnicas de manipulación genética, insertaron los genes en ordinarias semillas de maíz utilizadas en la producción de mazorcas. De ese modo, lo que finalmente produjeron fue un anticonceptivo insertado en el maíz destinado al consumo humano. ''Básicamente, los anticuerpos son atraídos por los receptores de la superficie del espermatozoide'', afirma Hein. ''Se aferran a éste, consiguiendo que se vuelva pesado e incapaz de avanzar. Simplemente se mueve de un lado a otro, como si estuviera haciendo la lambada.'' Hein afirmó que podía tratarse de una posible solución al problema de ''sobrepoblación mundial''. Las cuestiones éticas y morales en cuanto a una alimentación de estas características, sin que los países consumidores sean conscientes de ello, fueron convenientemente omitidas.

Los espermicidas insertados en el maíz OGM que suministrado a poblaciones del Tercer Mundo gracias al altruismo de la Fundación Gates, la Fundación Rockefeller y la AGRA de Kofi Annan, así como las vacunas con agentes esterilizadores, son sólo dos casos documentados de vacunas o semillas OGM destinadas a reducir la población.

El ''Good Club''

La charla de Gates en TED2010, la cual aboga por la eliminación de las emisiones de CO2 y la reducción poblacional, es consistente con un informe publicado en mayo de 2009 por Irish.Central.com. Según este informe, el 5 de mayo de 2009 tuvo lugar una reunión secreta en la residencia de Sir Paul Nurse, presidente de la Universidad Rockefeller, a la cual asistieron algunas de las personas más acaudaladas de Norteamérica. El gurú de las inversiones Warren Buffet, quien en 2006 decidió unir su Fundación Buffet --valorada en unos 30.000 millones de dólares-- con la Fundación Gates y así crear la mayor fundación privada del mundo --60.000 millones de dólares libres de impuestos-- estaba presente. El banquero David Rockefeller era el anfitrión.

La carta de invitación fue firmada por Gates, Rockefeller y Buffet. Decidieron llamarse el ''Good Club''. También se encontraba presente el Zar de los medios de comunicación, Ted Turner, multimillonario fundador de la CNN, quien en 1996 declaró en una entrevista para Audubon que una reducción del 95% de la población mundial --entre 225 y 300 millones-- sería ''ideal''. En 2008, en una entrevista que tuvo lugar en la Universidad Temple de Filadelfia, Turner hizo algunos arreglos, incrementando la cifra a 2.000 millones, es decir, un 70% más. Siendo incluso menos elegante que Gates, Turner afirmó, ''tenemos demasiada gente. Ese es el motivo por el cual tenemos calentamiento global. Necesitamos menos gente consumiendo menos recursos (sic).''

Otras personalidades que posiblemente acudieron a esta primera reunión del Good Club fueron: Eli Broad, multimillonario de bienes inmuebles;  Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York y multimillonario de Wall Street; Peter G. Peterson, antiguo director del Consejo de Relaciones Exteriores; y Julian H. Robertson Jr., multimillonario en fondos de alto riesgo. Trabajó con Soros dinamitando las divisas de Tailandia, Indonesia, Korea del Sur, y los Cuatro Tigres Asiáticos, precipitando la crisis asiática de 1997-98. También se encontraban presentes en esta primera sesión del Good Club John Morgridge, de Cisco Systems, y Patty Stonesifer, antigua directora ejecutiva de la Fundación Gates. El grupo al completo representaba una fortuna total de 125.000 millones de dólares.

Según algunos informes aparentemente filtrados por uno de los participantes, la reunión fue organizada en respuesta a la recesión económica global, y a diversas crisis sanitarias y medioambientales a lo largo del globo.

No obstante, el tema y propósito central de esta reunión secreta de plutócratas fue el expuesto por Bill Gates, concretamente, cómo avanzar eficazmente la agenda de control de la natalidad y reducción de la población. Durante las charlas supuestamente llegaron a un consenso: ''apoyar una estrategia en la cual el crecimiento demográfico sería tratado como potencial amenaza medioambiental, social e industrial.''

 Agenda Eugenésica Global

Tanto Gates como Buffet son los principales agentes financieros para la reducción global de la población, al igual que Turner, quien donó 1.000 millones de dólares para la creación de la Fundación de las Naciones Unidas, apoyando diversos programas de reducción de natalidad en los países desarrollados. Estos emprendimientos en África y otros lugares operan bajo la máscara de la filantropía y la seguridad sanitaria. Lo que en realidad pretenden conseguir es una esterilización involuntaria de la población, ya sea a través de las vacunas u otras medicinas causantes de infertilidad. La Fundación Gates, en la cual Buffet depositó gran parte de su fortuna hace dos años, está respaldando la introducción de semillas OGM en África bajo el disfraz de ''Segunda Revolución Verde'', la cual dirige Kofi Annan. Esta intromisión de semillas OGM patentadas ha sido confrontada con enorme oposición por las comunidades indígenas africanas.

Los expertos sanitarios puntualizan, que si la verdadera intención de Gates fuera mejorar la salud y el bienestar de los africanos, los cientos de millones de dólares que la Fundación Gates ha invertido en vacunas insalubres deberían haber sido destinados al abastecimiento de agua potable y sistemas de alcantarillado. Vacunar a un niño que acto seguido acude al río para beber agua contaminada difícilmente puede considerarse un niño sano. Sin embargo, purificar las aguas y el alcantarillado de África revolucionaría las condiciones sanitarias del continente.

En la ponencia TED2010, las propuestas de Gates para reducir la población mediante nuevas vacunas no parecen descabelladas en absoluto. Para quienes todavía dudan, en la conferencia anual TED2009 Gates repite prácticamente el mismo mensaje: reducir población para frenar el calentamiento global. A los ojos de estos poderosos titanes del Good Club, los seres humanos parecen ser simplemente una forma de contaminación equivalente al CO2.

Link artículo original: https://www.voltairenet.org/article164347.html
 
 

 

 
 

 
 
 


























 




 



 

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